Escupitajo.

Meresdei, Halimath 3, año 7472 según el Cómputo de la Comarca. 


.

Hay instantes - justo ahora - en que pienso que soy la inconsecuencia hecha ser humano. Sí, todas las palabras que se están guardando como gusanos en la boca, las sé. Y también soy consciente de esas cosas que me han aconsejado y de las cuales pareciera que he hecho oídos sordos. Si hay algo que debo reconocer, es que soy demasiado orgullosa, porfiada y autosuficiente. Y no, no me gusta sufrir. Es sólo que .. no me gustan las causas abandonadas, y hay una certeza que me pincha el alma cada vez que pienso en tirar todo a la basura, ¿saben? Es increíblemente terrible que esté diciendo yo esto, siendo que yo también he representado el papel de villana en otra historia, y obvio, saqué aplausos. Fin, no quiero lamentarme. Basta de eso. He sacado en limpio varias cosas con tanta tragicomedia , y me siento tranquila. Aquí es donde el instante de inconsecuencia acaba con un suspiro de alivio. Tendrían que estar en mis zapatillas para comprender todos los puntos de giro en este PEDAZO de escena dramática heavy metal , pero no, nadie se sentiría cómodo . ¿Por qué la insistencia? ¿Por qué la majadería? JA! Apuesto a que algunos saben la respuesta, pero también es incómodo pronunciarla en voz alta. 


El otro día pensaba .. quizás en mi incoherencia está precisamente mi coherencia, pero es un total absurdo. Dejémoslo ahí. No soy una mujer incoherente, soy una mujer que se deja llevar por sus impulsos y su intuición. Mis impulsos me dicen que nunca, NUNCA debo quedarme parada viendo como los minutos pasan. Mi intuición le sonríe a mi impulsividad, pero también me hace saber que en algún momento tengo que parar, respirar hondo y sentirme feliz porque no dejo ningún camino sin transitar. Podría afirmar que hay cosas que sé que no volverán a dolerme como antes, y quizás sea así, pero prefiero quedarme callada. Nunca se sabe... 

¿Y cuál es mi conclusión? 
Tengo más ansias de agradarme a mi misma que de agradar al resto.
Soy buena, pero necesito ser excepcional.. y no, no me arrepiento de lo que ustedes llaman "malas decisiones". Nada es bueno o malo, sólo es. 

La Búsqueda Pt. I ~

Trewesdei, Wedmain 24, año 7472 según el Cómputo de la Comarca.

.

Durante todo este tiempo, Brunilda me insistió en que desactivara el bloqueo que impedía que las naves provenientes de los otros planetas me visitaran, pero como verán, esta Estrella de la Muerte es demasiado poderosa, y mi querida amiga no quiso esforzarse más. Tienes tantas historias que contar, me decía, si tan sólo permitieras que yo.. ¡Olvídalo! ¿Acaso no crees que ya todos están lo suficientemente cansados de lo que sale de mi estúpida cabeza? Lo que pasa .. aquí Brunilda me miraba como si fuera una niña pequeña, es que hablas mucho del dolor. Bueno, es casi lo único que ése papanatas - por no decir otra cosa - me ha entregado. ¿Estoy siendo demasiado dura? Pues claro que no. Si no tengo a quién echarle la culpa. Todo es una invención de Urano, que no soporta ver a Venus. Brunilda, ¿cuando lo conoceré? Mi amiga permaneció un instante en silencio, y luego sonrió. Sacó uno de esos cuadernillos negros que siempre anda llevando, su pluma con tinta plateada, y se dispuso a escribir, atenta a mi persona. Muy bien, una cosa por otra.. Yo te doy trabajo, y tú me develas el futuro, ¿no es así? 

__________________________________________________________

Brunilda es una cuentacuentos profesional. Ella es la que pone en (des)orden mi vida, seleccionando vivencias, escribiendo mis memorias, poniendo en palabras mis emociones y liberando mi imaginación para que ella así, pueda trabajar y ganarse la vida contándole al resto mi perspectiva lilíctica del mundo. ¿Que cómo la conocí? Eso es confidencial. El asunto es que yo también puedo pedirle cosas a cambio. Por ejemplo, ella es muy buena descifrando secretos. Es una especie de.. oráculo. Sí, algo así. Y lo que necesito ahora es una de sus revelaciones. Lo divertido de todo esto, es que casi siempre descubro la verdad contándole algunas de mis historias. Allí es cuando ella levanta una ceja, y me dice que no tengo para qué andar preguntando cosas que sabré pronto, pero.. ¿las sabré efectivamente? Yo pienso que no. 

Tengo una teoría.. que todo lo que está por ocurrirme, en realidad ya ocurrió en otra vida. A Brunilda le encanta escuchar mis teorías extrañas, dice que son lo más interesante de mí. Ella quizás es la única que me cree cuando digo que a él lo vi una vez, hace mucho tiempo, donde las ciudades eran sólo aldeas en los bosques, y las aves se comunicaban con nosotros y nos hablaban del cielo y sus potestades, los astros. Lo vi a lo lejos, como una chispa de fuego entre el gentío, y es ahora cuando surge en mi la necesidad de encontrarlo. Ahora que despertaste, me dice siempre Brunilda, porque estoy segura que durante muchos años, lo buscaste...