6 ~ Algo más..

Meresdei, Thrimidge 8, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

Mes Lilíctico ~ Día 6.

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No más frío. No más dudas, no más lágrimas añejas. No más arpas desafinadas. Así de simple, así de rápido. Ay, si la gente supiera... hay algo que mueve el mundo a través de ellos, algo más que se aventura por el aire además de los insectos, las aves y los aeroplanos. Algo más que arde junto al fuego, si no es el fuego mismo, enredando las miradas en su centelleo. Algo más que nos hunde en sus mareas, o nos extasia con el aroma del césped húmedo y el sonido de la lluvia. 

¿Lo comprendes? 

( Extracto de "El Límite y su más allá" , donde viven Jacko y Robin, en un estado de semi-inconsciencia.. ) 

5 ~ Ariel .

Hevensdei, Thrimidge 7, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

Mes Lilíctico ~ Día 5.

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Sólo quiero hacer notar que .. . 
ya nadie me llama con gesto terrible. 
Que alguien prenda las antorchas,
los círculos del Inframundo lloran mi partida. 
¿Alguien irá a buscarme al Limbo?

4 ~ Salir a la Superficie .

Trewesdei, Thrimidge 6, año 7471 según el Cómputo de la Comarca. 

Mes Lilíctico ~ Día 4. 

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Parte I:

"Intento describir el infinito, y no lo consigo. Jacko me dice continuamente que es mejor no esforzarse en ello, el infinito es y ya está. Pero, ¿qué quiere que haga? Estoy un poco aburrida en la clase, y no me queda otra cosa más que apartarme de la voz del profesor y hacer jalea con mi materia gris. Miro el techo... no hay nada. ¿Eso será el infinito? ¿Existe algo más allá del cielo raso, algo que yo pueda alcanzar con una mano y sin tener que ponerme de puntillas? Rodeo la sala con mis ojos.. . Ojalá las paredes se disolvieran y crecieran árboles entre las sillas. Agh.. detesto estar aquí. Me aburren los colores de esta cueva..."


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Parte II

Imágenes de ayer y hoy (sí, sirven).

"La vida sin riesgos es como una callampa seca". 

"Es cosa de ser estratégicos y armar la falange... eso nos falta, ¿no?"

"Sal a la superficie y mira el horizonte". 

3 ~ Exhalaciones .

Monendei, Thrimidge 5, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

Mes Lilíctico ~ Día 3.

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Ella ya había comenzado a tomarle el gusto a los días calurosos. Amaba el sol, taparlo con las manos y ver como la luz se colaba a través de sus dedos, a veces tan rojiza que parecía venir de un incendio cósmico. Recordaba un montón de canciones mientras doblaba por las esquinas de algunas calles abarrotadas de hombres grises y relojes. Una que otra le parecía adecuada para el momento que estaba a punto de vivenciar y la tarareaba, alucinada con la armonía de cada detalle que se presentaba antes sus ojos. Era fascinante darse cuenta que una vez más, la tormenta no conseguía arrasar con su alma. Todo tenía que ver con esa disposición a la vida, esa voluntad thrasher de la que le hablaba su amiga, hace tiempo. Era cosa de tréboles y mariposas, de soles y lunas que sí pueden eclipsar y desmoronarse sobre algún lago, de aromas que vienen y van como lechuzas, de pasadizos bajo el cielo azul que parecen no acabar.. . 

Ella ya sentía cariño por las luces matutinas, pero tenía sueño y las sábanas se le pegaban al cuerpo, lleno de engrudo soporífero. Le gustaba abandonar la cama helada y vacía para adelantar el minutero del reloj más cercano y salir corriendo. Pero ese día, algo entre su cuerpo y la maraña de frazadas la aprisionó con ternura y determinación. 

Ella deseaba que no existiese la mañana .. . 


2 ~ Síndrome de Lunitari .

Sunnendei, Thrimidge 4, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

Mes Lilíctico ~ Día 2. 

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Por ti cariño encogería la noche al tamaño de tu cama,
y cogería tus caricias pagando con besos mi libertad ..
Por ti cariño guardaría mi orgullo en la trastienda de mi alma, 
y saciaría mi venganza bebiendo como un loco en tu boca después .. 




A veces siento al despertar que el sueño es la realidad.. . 
( Estas son las primeras andadas por el camino de las baldosas amarillas ) .

1~ Rescate .

Sterrendei, Thrimidge 3, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

Mes Lilíctico ~ Día 1.

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Y así fue.
Alguien sumergió su mano en las profundidades de mi pecho, y extrajo la esquirla amenazante. El flujo de bilis negra en mi interior sufrió una disminución considerable, y esa sensación de té verde con frambuesas me devolvió a mi centro, mezclándose con mi sangre, corriendo por mi cuerpo y bombeando mi corazón (equilibrio desequilibrado) . No se me ocurrió mejor forma para comenzar mi aventura de treinta días. Ya sé más o menos de qué estoy hecha. Tengo un ojo azul, el otro dorado. Nadie los ve así, pero es que he tomado demasiado café últimamente.. . Tampoco nadie ve mis orejas de hobbit, ni la estrella que llevo tatuada en mi frente. Sin embargo, todos saben lo que soy. La luz de la ampolletita que desea que no choquen con ella. Está a la espera de que el brujo disfrazado de polilla se deje guiar y no se adormezca ante los estímulos. ¡Síííí! Aquel mismo brujo poderoso oculto bajo la túnica del mago, el único capaz de amar a la Maga, la (no tan) idiota que cree en las coincidencias y se arma de valor para enfrentar los incendios forestales.


¿Mucho? (:

Para recordar:

Meresdei, Astron 30, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Deja de amarme, te va a ir mejor.

¿Y por qué?
Si lo único que haces es pedir a gritos todo lo contrario.

Transfiguración .

Sunnendei, Astron 27, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.


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Yo era la mujer en llamas.
Ahora, después de las cenizas,
soy algo así como la mujer-pájaro.
Me lanzo en picada a los subterfugios de la tierra,
y rescato a las raíces de su muerte profunda.

Maldito complejo de Brünhild.

Sunnendei, Astron 20, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.


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Es inevitable sentirlo en este momento. El cielo me grita desde allá arriba (tan arriba) que lo mejor es asesinar al payaso diabólico, dármelas de sepulturera, cavar un hoyo bien profundo, y luego de enterrarlo, dormitar sobre la tierra removida. Qué alivio, qué pena, qué imbecilidad más gratificante. Podría ser asesina, ave carroñera, hoguera dolorosa, tierna soñadora que como una polilla, se deshace en polvo mientras piensa en aquel último desastre. Sí, aquel que planeaba aferrada a la almohada, muy diferente a cualquier veneno que te hayas tragado, porque eso fue, no algo premeditado, ahora me doy cuenta. Y mientras los pseudo-lamentos surgen de la tumba recién cavada, mi risa explota con un sinfín de rayos de sol, y me dispongo a morir. Fuego y agua, así se hacía antiguamente. Hoy en día las cosas ya no suceden así, salvo en la mente de mi alter-ego, y como se niega a dirigirme la palabra, opto por sentarme y sentir lo mismo, lo inevitable. Lo inaguantable. Lo irresistible. Sí. Los caminos no sirven para llorar y arrastrar los pies. Todavía tengo el corcel pastando en la pradera vecina. Una palabra bastaría para correr y devolverle tan amable comentario al cielo.







Porque el amor en sus diferentes formas siempre perduraba.
( Gracias )

Pánico.

Sterrendei, Astron 19, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.


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No hay truco que valga, ¿cierto?
Quédate tranquilo, Nemo, todo estará bien.
¡Crash!
Mis manos, oh mis manos.. . sangran.
Nemo-lino, no gires. Sonríe un poco .. sí, ahí sí, muy bien. ¡Flash!
Mis ojos.. auch.
¿Mejor?
Y allí voy de nuevo.. .
¡No lo evites! ¡¿Qué te dije?! ¡No lo evites! Recibe el crucio con honor, y no te permitas caer.
No, no hay truco que valga . Déjate ya.
Alerta lunar.
Canta y olvídate.
Sonríe.





Ay, Elbereth.. .
Pobre Robin.
No, pobre Jacko.

Trucos del Remolino - Parte II.

Hevensdei, Astron 16, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Otra vez. Otra vez. Otra vez. Y otra más.

– Si sigues así, te marearás.

Robin le hizo caso omiso. Ya estaba mareada. Y no quería detenerse. Otra vez.

– ¡Robin, basta! ¿Quieres vomitar?

Una vez más, tan sólo una más... Por supuesto que no quería derramar líquidos desagradables encima de nadie. Pero, ¿por qué debía detenerse? Le sonrió desde los aires, traviesa. JA, ¿quién se atrevería?



Yonuncaquiseestotelojurotútansóloaparecisteahíytellenélasmanosde c e r e z a s... ah, demonios, eso me pasa por leer tanta poesía de cerezas, trenes, fogatas, casas deshabitadas, demonios, y más demonios, siento pánico. Adorotuboinarojayelcabellodespeinadopordebajodeella, y las rayas que te cubren, desaliñada. Eso me pasa por tratar de adivinar los misterios que ocultas bajo el invierno de tus pestañas, tan gélido, tan hermoso cuando se abre a las posibilidades de la primavera. Peronoqueremosprimaveraaún, ¿o sí? ¿La quieres tú y no me lo has dicho? Por favor, dime cuando dejarás que mi miedo deje de anclarse entre nosotros. Entre nosotros... entre nosotros hay un millar de alas, toma un par, sígueme. No dejes que mi miedo me secuestre y me lleve a donde, al fin y al cabo, me arrepentiré de estar. No quiero estar allí, aunque te diga mil veces que sí. (Y a ti te da rabia, mucha rabia, pero de esa rabia considerada con los demás, inhumana contigo misma). ¿Me crees? ¿Me crees aunque yo mismo te diga que no es bueno creerme mucho? ¿Tan voluble soy? No, no quiero primavera. El otoño está bien, está muy bien. Quizáspodríapedirteque abrieras tus ojos un poco más antes que el frío los cierre. Abre tus ojos, mírame desde el fondo de tu melancolía, y pídeme que te invada por sorpresa. Como aquella vez, sin querer... Recuerdo tus lágrimas, encerradas en cristal, y tu figura muriendo desolada en aquella ventana. Siento esa molestia en el corazón, otra vez, y eso me pasa por haber vivido encerrado en mi estupidez, hasta que me rompiste, tal como hiciste con tus frascos. Mira como me dejaste. Destruido. Por eso, te grito desde aquí que no me dejes volar solo. Aunque te pida lo contrario.



Un par de brazos fuertes la agarraron por la cintura y la deslizaron de aquel columpio, con firmeza y dulzura. ¿Quién se atrevería? Él, claro está.

– Reconócelo. Estás mareada.

– Estoy mareada.

Y vaya que lo estaba. Pero no eran náuseas, era la adrenalina repentina, ese aire que respiraban, encerrado entre uno y otro, que no la dejaba pensar con claridad. Él parecía, sin embargo, tener muy claro lo que estaba sucediendo. Y sonreía para sí, se le notaba en los ojos una conclusión reciente, uno de esos atajos inesperados que a veces no conducían a ningún lugar a propósito, para acorralarla entre su cuerpo cálido y la niebla confusa.

– ¿Pasó?

– ¿El mareo? Dudo que acabe...

Sonreí yo también, suponiendo que él sabía a lo que me refería. Quise volver al columpio, sólo para que él se regocijara ante mi felicidad (amo el cielo, amo el cielo desde aquí abajo) y luego me arrebatara del viento, como si éste me produjera más vértigo que él mismo. Y claro, no me lo permitió. Ya me tenía ante la puerta de lo desconocido.



Un poco de mí en un pedazo de calle.

Sunnendei, Astron 13, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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( Rescatado de por ahí, donde ya nadie lee.. . pobre Hírilorn abandonado. Advertencia: ha pasado demasiado tiempo. Ya pasó la vieja, ya pasaron los años, ya pasaron algunas malas costumbres. No se lo tome en serio.)

No estaba segura de poder dar un paso más. Estaba lloviendo, y deseaba parar. Sí, llovía, pero en mi interior, mientras que en el exterior el sol quemaba los edificios, los árboles y las cabezas de la gente. Llovía porque no quería una vez más ver la realidad. Quería ahogarme con las gotas de agua, mientras el sol hacía que mis ojos se marchitaran lentamente. Me gusta el sol, pero a veces irradia su energía con demasiada potencia, y no lo resisto.

Me había dado cuenta que mi peor defecto era ser demasiado evasiva, pero no quería dejar de serlo. Bueno, sí quería, pero a un nivel incomprensible. Evadirse es bueno, siempre y cuando no me sugestione negativamente. Ahí se convierte en una pesadilla, una cobardía. Lo único que quieres es volver al mundo, a algún abrazo amigo y quedarte ahí, riendo por haber regresado y llorando por las explicaciones que te pedirán.

¿Por qué te fuiste?

No lo sé..

¿Cómo que no lo sabes? Hemos estado preocupados por ti.

Es que..

¿Te ocurrió algo grave? Cuéntanos, sabes que puedes confiar en nosotros.

Simplemente me fui.

Y ahí no quieres hablarle a nadie, porque sabes que te escuchan con atención y te exigen una palabra. Una palabra que no sabes darles, porque ya no fluye dentro de ti. Cuando menos sabes que te escuchan, es cuando quieres confiar. ¿Cuándo coincidiremos, el mundo y yo?
Quizás cuando yo lo acepte, o el sol deje de quemar.

¿Cual es el lado bueno de evitar el mundo? No sé si se le pueda llamar "evitar" a este lado de la moneda. Es imaginar, idealizar, observar con tanta fijeza que se te olvida lo demás. Perderse escribiendo, o leyendo la misma página de un libro porque te gustó y quieres repetir la misma escena cien veces, aunque sabes que sólo es en tu mente. En mi mente estoy conversando con el Hombre de la Luna, mientras mi cabeza está apoyada en un árbol viejo. No sé, estoy dudosa.. ¿será en mi mente?

Miro una vez más la calle, acalorada y hecha un mar de colores, cuyas olas pasan a mi lado rápidamente. ¿Cómo no voy a evadir yo si ellos me evitan a mí? Al final, soy igual que todos en ese aspecto. Salvo una cosa: no tengo miedo de dar un abrazo, de mostrarle a alguien quién soy. Ahí yo no evito. Yo me entrego. Ellos evitan mi presencia, no les importa, pero yo evito lo que no me gusta del mundo, y es diferente. La gente me gusta... quiero a los seres humanos, y los imagino en un lugar mejor. Sólo los imagino, porque a pesar de todo lo que los quiero, sé que destruyen. Sé que destruyo. Pero también sé que puedo crear, aunque necesite de la evasión en ese caso.

Ahora estoy destruyendo el sol y creando lluvia. Después de pensar un rato, decido unirlos. Va a ser día de lluvia tropical. Doy un paso más por la vereda, ciertamente obligada por la marea de seres apresurados por llegar o irse. Soy una piedra en el camino, pueden tropezarse o evitarme. Casi todos me evitan, otros se caen. Y los que caen tienen una oportunidad: sentir la lluvia que cae desde el sol ardiente.