Meresdei, Thrimidge 8, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
6 ~ Algo más..
La caleidoscópica Lilioshka Leliv te empañó la ventana a las 4:07 p. m. 1 trululús con lsd a la vena
5 ~ Ariel .
Hevensdei, Thrimidge 7, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
La caleidoscópica Lilioshka Leliv te empañó la ventana a las 10:27 p. m. 1 trululús con lsd a la vena
4 ~ Salir a la Superficie .
Trewesdei, Thrimidge 6, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
La caleidoscópica Lilioshka Leliv te empañó la ventana a las 7:43 p. m. 0 trululús con lsd a la vena
3 ~ Exhalaciones .
Monendei, Thrimidge 5, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
La caleidoscópica Lilioshka Leliv te empañó la ventana a las 10:37 p. m. 1 trululús con lsd a la vena
2 ~ Síndrome de Lunitari .
Sunnendei, Thrimidge 4, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
La caleidoscópica Lilioshka Leliv te empañó la ventana a las 9:13 p. m. 1 trululús con lsd a la vena
1~ Rescate .
Sterrendei, Thrimidge 3, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
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Y así fue.
Alguien sumergió su mano en las profundidades de mi pecho, y extrajo la esquirla amenazante. El flujo de bilis negra en mi interior sufrió una disminución considerable, y esa sensación de té verde con frambuesas me devolvió a mi centro, mezclándose con mi sangre, corriendo por mi cuerpo y bombeando mi corazón (equilibrio desequilibrado) . No se me ocurrió mejor forma para comenzar mi aventura de treinta días. Ya sé más o menos de qué estoy hecha. Tengo un ojo azul, el otro dorado. Nadie los ve así, pero es que he tomado demasiado café últimamente.. . Tampoco nadie ve mis orejas de hobbit, ni la estrella que llevo tatuada en mi frente. Sin embargo, todos saben lo que soy. La luz de la ampolletita que desea que no choquen con ella. Está a la espera de que el brujo disfrazado de polilla se deje guiar y no se adormezca ante los estímulos. ¡Síííí! Aquel mismo brujo poderoso oculto bajo la túnica del mago, el único capaz de amar a la Maga, la (no tan) idiota que cree en las coincidencias y se arma de valor para enfrentar los incendios forestales.
¿Mucho? (:
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Para recordar:
Meresdei, Astron 30, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
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¿Y por qué?
Si lo único que haces es pedir a gritos todo lo contrario.
La caleidoscópica Lilioshka Leliv te empañó la ventana a las 12:02 a. m. 2 trululús con lsd a la vena
Transfiguración .
Sunnendei, Astron 27, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
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Ahora, después de las cenizas,
soy algo así como la mujer-pájaro.
Me lanzo en picada a los subterfugios de la tierra,
y rescato a las raíces de su muerte profunda.
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Maldito complejo de Brünhild.
Sunnendei, Astron 20, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
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Porque el amor en sus diferentes formas siempre perduraba.
( Gracias )
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Pánico.
Sterrendei, Astron 19, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
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Quédate tranquilo, Nemo, todo estará bien.
¡Crash!
Mis manos, oh mis manos.. . sangran.
Nemo-lino, no gires. Sonríe un poco .. sí, ahí sí, muy bien. ¡Flash!
Mis ojos.. auch.
¿Mejor?
Y allí voy de nuevo.. .
¡No lo evites! ¡¿Qué te dije?! ¡No lo evites! Recibe el crucio con honor, y no te permitas caer.
No, no hay truco que valga . Déjate ya.
Alerta lunar.
Canta y olvídate.
Sonríe.
Ay, Elbereth.. .
Pobre Robin.
No, pobre Jacko.
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Trucos del Remolino - Parte II.
Hevensdei, Astron 16, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
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– Si sigues así, te marearás.
Robin le hizo caso omiso. Ya estaba mareada. Y no quería detenerse. Otra vez.
– ¡Robin, basta! ¿Quieres vomitar?
Una vez más, tan sólo una más... Por supuesto que no quería derramar líquidos desagradables encima de nadie. Pero, ¿por qué debía detenerse? Le sonrió desde los aires, traviesa. JA, ¿quién se atrevería?
– Reconócelo. Estás mareada.
– Estoy mareada.
Y vaya que lo estaba. Pero no eran náuseas, era la adrenalina repentina, ese aire que respiraban, encerrado entre uno y otro, que no la dejaba pensar con claridad. Él parecía, sin embargo, tener muy claro lo que estaba sucediendo. Y sonreía para sí, se le notaba en los ojos una conclusión reciente, uno de esos atajos inesperados que a veces no conducían a ningún lugar a propósito, para acorralarla entre su cuerpo cálido y la niebla confusa.
– ¿Pasó?
– ¿El mareo? Dudo que acabe...
Sonreí yo también, suponiendo que él sabía a lo que me refería. Quise volver al columpio, sólo para que él se regocijara ante mi felicidad (amo el cielo, amo el cielo desde aquí abajo) y luego me arrebatara del viento, como si éste me produjera más vértigo que él mismo. Y claro, no me lo permitió. Ya me tenía ante la puerta de lo desconocido.
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Un poco de mí en un pedazo de calle.
Sunnendei, Astron 13, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.
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( Rescatado de por ahí, donde ya nadie lee.. . pobre Hírilorn abandonado. Advertencia: ha pasado demasiado tiempo. Ya pasó la vieja, ya pasaron los años, ya pasaron algunas malas costumbres. No se lo tome en serio.)
Me había dado cuenta que mi peor defecto era ser demasiado evasiva, pero no quería dejar de serlo. Bueno, sí quería, pero a un nivel incomprensible. Evadirse es bueno, siempre y cuando no me sugestione negativamente. Ahí se convierte en una pesadilla, una cobardía. Lo único que quieres es volver al mundo, a algún abrazo amigo y quedarte ahí, riendo por haber regresado y llorando por las explicaciones que te pedirán.
¿Por qué te fuiste?
No lo sé..
¿Cómo que no lo sabes? Hemos estado preocupados por ti.
Es que..
¿Te ocurrió algo grave? Cuéntanos, sabes que puedes confiar en nosotros.
Simplemente me fui.
Y ahí no quieres hablarle a nadie, porque sabes que te escuchan con atención y te exigen una palabra. Una palabra que no sabes darles, porque ya no fluye dentro de ti. Cuando menos sabes que te escuchan, es cuando quieres confiar. ¿Cuándo coincidiremos, el mundo y yo?
Quizás cuando yo lo acepte, o el sol deje de quemar.
¿Cual es el lado bueno de evitar el mundo? No sé si se le pueda llamar "evitar" a este lado de la moneda. Es imaginar, idealizar, observar con tanta fijeza que se te olvida lo demás. Perderse escribiendo, o leyendo la misma página de un libro porque te gustó y quieres repetir la misma escena cien veces, aunque sabes que sólo es en tu mente. En mi mente estoy conversando con el Hombre de la Luna, mientras mi cabeza está apoyada en un árbol viejo. No sé, estoy dudosa.. ¿será en mi mente?
Miro una vez más la calle, acalorada y hecha un mar de colores, cuyas olas pasan a mi lado rápidamente. ¿Cómo no voy a evadir yo si ellos me evitan a mí? Al final, soy igual que todos en ese aspecto. Salvo una cosa: no tengo miedo de dar un abrazo, de mostrarle a alguien quién soy. Ahí yo no evito. Yo me entrego. Ellos evitan mi presencia, no les importa, pero yo evito lo que no me gusta del mundo, y es diferente. La gente me gusta... quiero a los seres humanos, y los imagino en un lugar mejor. Sólo los imagino, porque a pesar de todo lo que los quiero, sé que destruyen. Sé que destruyo. Pero también sé que puedo crear, aunque necesite de la evasión en ese caso.
Ahora estoy destruyendo el sol y creando lluvia. Después de pensar un rato, decido unirlos. Va a ser día de lluvia tropical. Doy un paso más por la vereda, ciertamente obligada por la marea de seres apresurados por llegar o irse. Soy una piedra en el camino, pueden tropezarse o evitarme. Casi todos me evitan, otros se caen. Y los que caen tienen una oportunidad: sentir la lluvia que cae desde el sol ardiente.
La caleidoscópica Lilioshka Leliv te empañó la ventana a las 10:00 p. m. 4 trululús con lsd a la vena