Ligero Estropicio.

Sunnendei, Solmoth 9, año 7471 según el Cómputo de la Comarca .

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¿Y dónde está?
¿Dónde está el hombre del Lago, el que prefirió unirse al sol antes que buscar por ti en las sombras? Su alma ha abandonado Avalon antes que su cuerpo, y en cambio la mía, ha escogido este sitio como su morada. Nos hemos perdido el uno al otro.






Lo único que sentí fue aquella luz en lo más profundo de mis ojos, y esa extraña tibieza, colándose por los dedos de mis manos. Traté de aferrarme a ella, pero algo parecido a la incertidumbre venía con el amanecer, y yo... no conseguí comprenderlo. Cuando el aire se llenó de campanas y voces (infinitas voces), me callé y no miré más. Era demasiado doloroso.
Pasé de ser corpórea a convertirme en éter. Pero el éter es simple, y por eso, caí estrepitosamente frente a mi abandonado cuerpo. Seguía siendo doloroso. Pensaba en mis manos, tocadas apenas por esa extraña fuerza, temerosa, tan llena de insensatez. Quería cortarlas, o lavarlas desesperadamente como Lady Macbeth, aunque sin tanta sangre y culpabilidad de por medio.
Locura, sí. Mucha. Me imaginaba otra vez llena de luz, y esa ceguera incontrolable.. . Eso, y las visitas en lo alto del montículo , donde solíamos elevar los fuegos de la tierra y hacer caer la lluvia de los árboles. Él no sabía nada de nuestros secretos, o aparentaba no saberlo. Por su curiosidad, y por sus tan grandiosas ansias de ser digno de un destino mejor, le mostré aquello que nos separó para siempre. Él fue tras Guinivere, y yo me quedé justo allí, contemplando sus fatales caídas.

Estelio Veleth .

Monendei, Solmoth 4, año 7471 según el Cómputo de la Comarca .

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Y nuestros días son palabras pronunciadas por otros,
palabras que esconden palabras más grandes.
Por eso te digo tras las pálidas máscaras de estas palabras
y antes de callar para mostrar mi verdadero rostro:
«Toma mi mano. Piensa que estamos entre la multitud aturdida y satisfecha
ante las puertas infernales,
y que ante esas puertas, por un momento, llenos de compasión,
aprisionamos amor en nuestras manos
y tal vez nos será dispensado
conservar el recuerdo de una sola palabra amada
y el recuerdo de ese gesto
lo único nuestro».


No sé que me creo.
Quizás si sea la mosca de zancas largas, tres partes niña y la otra perdida en Venus, a la que nunca sacan a bailar; efectivamente el ave de rapiña, o peor aún, la hiena de risa horrenda y estrepitosa, que se carcajea feliz ante la carroña que ve llover y no merece.
No sé que me creo, tal vez después de tanta tentativa al fin y ¡por fin! terminaré siendo yo, y por eso, tengo la total libertad de decir que, siendo todas y ninguna (la maldita loca de patio, la banshee diabólica de largos dientes como cuchillas, y la muñeca sin cabeza) pienso y creo ferviente y constantemente en aquellas palabras mágicas, en lo que convierte en sinónimos todas nuestras vidas, en lo que me tiene aturdida a más no poder, en lo que siente un hobbit al fumar hierba para pipa con sus amigos y cantar las canciones más alegres de la Comarca en El Dragón Verde (no importa lo que el tío Ham diga , los árboles si caminan), en lo que sintió Beren cuando la vio envuelta en la luz del ocaso y en lo que fue capaz de hacer por no dejar que la noche cayera sobre sus hombros. Puede que mis palabras sean en vano, si es así, no se esfuercen en comprenderlas. Nadie está obligado a creer en esto, pero conste, sólo les digo que .. . nadie, pero nadie, puede (y es capaz) de negarse a sí mismo. Como Julieta, pueden renegar de su padre y de su nombre, incluso de Romeo unos años más tarde (como supongo yo que hubiese sucedido), pero negar que nuestra cabeza está conectada con el cielo y que nuestros pies son las raíces que nos unen a la tierra, es una barbaridad. ¿Me creo entonces un árbol, o una montaña? Sería mejor creerme una de esas mujeres que esperan eternamente en la estación de tren, o un cuento de Cortázar (el capítulo 7 lo compartimos todos). Y sí, soy totalmente libre para hacer, deshacer y volver a hacer. Por eso confío.. .


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Cuando no se sabe como retroceder.. .

Highdei, Solmoth 1, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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..y tampoco como avanzar. Es un lío, pero de esos que a una le gustan, porque se sabe de antemano que nada malo y/o preocupante puede ocurrir, dejando las ridiculeces y vergüenzas aparte. Se te revuelven la cabeza y el estómago como si estuvieses a punto de vomitar, y no te quieres ni preguntar por qué aquella situación se asemeja tanto a estar frente a un cadáver podrido y lleno de gusanos.
¡No, no es que sea verdad! Sólo es lo que mi desorbitada mente me obliga a pensar cuando me hallo parada en aquel pedacito de suelo, con las manos retorciéndose y los ojos parpadeando bajo aquellas psicodélicas luces que titilan como si fuesen ovnis a punto de abducirme. Ahhh, y todo parece dar vueltas de repente, y no sabes si te vas a mantener en pie o darte contra el piso. Bueno, da igual; de todas maneras una comete una estupidez. Y no hay por qué arrepentirse, no hay por qué...

Sí, acepto esa sensación una y otra vez, con tal de relajarme luego y mirar las nubes como si nada.
Sí, acepto quedarme estancada como poste de luz todos los días y no hacer nada.
Acepto sonreír como estúpida cada centésima de segundo cuando mis cuerdas vocales se enreden (casi siempre).
Acepto balancearme entre la alegría y la melancolía, y caerme de vez en cuando.
Acepto ser abducida por los ovnis.
Acepto desdoblarme sólo para que dulcemente me devuelvan a mi cuerpo.
Acepto, acepto, acepto...

Aunque supongo que algún día sabré dar un paso, y luego otro, y otro y otro... Para adelante y para atrás. Hacia un lado y hacia el otro. Hacia todas partes. No me aturdan más. No, no me aturdiré. Cuando las luces, los arcoiris, estrellas, flores, etc. desaparezcan, será porque retrocedí mucho. Cuando me persigan los girasoles carnívoros será porque avancé mucho, y si doy media vuelta, perderé el tiempo. No podré dar marcha atrás porque ya es camino hecho. No, no sé retroceder. Mejor no saber, y aceptar avanzar. Total, nada malo va a pasarme; sólo me sorprenderé un poco.






// Recuperado del pasado no muy lejano, como tantas otras cosas. Me cuesta olvidar, y me cuesta no dejar de sentir lo que sea que haya sentido alguna vez. Y conste que no es lo mismo, son siglos de instancias.. . bueno, sólo lo estoy recuperando de mis propios cajones llenos de polvo.

La Princesa Rana .

Trewesdei, Postlithe 28, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Ella quería que la olvidase como se olvida al sol cuando anochece. Quería que la odiase con la pasión ardorosa del que ama demasiado .
Quería que arrebatase su alma cuando viese su cuerpo dormido .

Quería desdoblarse en el intento de ser una y otra, muy lejos, tan lejos...

Quería ser algo más que una burda existencia, sí, aún más lejos...



Por esas únicas razones, ella volvió a su escondite. Necesitaba ser encontrada. Estaba segura de que alguien, quizás ella misma (proveniente de alguna edad de oro perdida en otras ruinas) volvería a buscarla. Y si la encontraba, le sonreiría como si nada hubiese ocurrido. Hasta podría tomarle las manos y decirle hola con esa voz de pajarillo desafinado. ¿Y si nadie se atrevía a aparecer? No era tan difícil llegar hasta su cueva. Una montaña, un bosque, un sendero a través del pantano, y ya está. No, no habían torres, ni dragones, ni princesas. Suspiró. No, no había nada de eso. ¿Y qué importaba? Tampoco habían príncipes azules que quisieran arriesgarse con tamaña misión. Mejor así. Siguió pensando en que tal vez, sólo tal vez, su propia figura menuda aparecería en un rincón de su agujero negro.. Podrían conversar y mirar juntas a las polillas revolotear. Y siempre estaría aquella pelotita dorada, obligándolas a jugar hasta que el agua las ahogase una vez más. Ay, ¡cuánto necesitaba ser encontrada!



Ella quería que la olvidase como se olvida al sol cuando anochece.
Sí, pero también quería que su recuerdo flotara, constante, en cualquier parte.

El eterno ídem.

Monendei, Postyule 27, año 7471 según el Cómputo de la Comarca . .




Ahí va otra vez, la misma historia.



Estoy cansada . ¿Por qué tengo que ser siempre el ave de rapiña?
Shhht .. . silencio. No quiero respuestas.

Corriente de ideas (río abajo) .

Hevensdei, Postyule 15, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Y si me calmo, no es por necesidad. Algo produce en mí el arrebato del sol, algo impredecible, tan impredecible como yo. Y es que quizás algo le produzco yo al sol, y se arrebata por esa simple acción de existir y no poder bajar al mundo donde todo parece tan oscuro que da rabia, y de tanta rabia .. . curiosidad. Si el sol supiera que no vale la pena sentir esas cosas por nadie, JA JA, ¡me río en su cara! Y de paso, me río en la cara de todos. No puedo ser demasiado sincera. Qué cosas, ¿no? Y es verdad que no me calmo por necesidad, me calmo porque no quiero , y si no quiero, ¿quién diablos quiere? ¡No es una necesidad! Me siento como si no lo necesitara, en efecto .. y siento a ratos sus miradas y comparaciones, o sea, las de alguien , o las de todos. Mientras, algo produce en mí el arrebato del sol, y no es ya tan impredecible, es algo así como ameno, ja, algo sucede. Recuerdo cuando me levantaba por las mañanas y hacía tanto calor, y tanta oscuridad, tanta niebla metida en los sombreros y en los maletines. Recuerdo como miraba hacia arriba todo el tiempo y no conseguía mirar el cielo. Veía azules, sí, y palomas, como siempre, pero nada que me transportase a un firmamento peculiar. ¿Cómo alguien con la esperanza de vida por el suelo puede estar tan calmada? Esperanza de muerte. Estoy mintiendo. Mintiendo, mintiendo, mintiendo. Y eso puede significar tantas cosas. Recuerdo cuando decían que yo era un "NO" , así de gigante, con mayúsculas. Aunque dijera que sí .. aunque lo dijera. O sea, es cosa de transformar todos los "sí" en "no", y alverre y da lo mismo porque a nadie le interesa. Punto final. No, aparte.

Mi mundo alverre .

Sterrendei, Postyule 11, año 7471 según el Cómputo de la Comarca .




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Dónde la cabeza usa un zapato y las patitas no se mojan porque el tráfico de paraguas en las carreteras celestes bloquea los semáforos pluviales.
Dónde no son las personas las que leen los libros, si no los libros quienes nos leen a nosotros. Dónde las ovejas en vez de decir "beeeeeeeeeeee" , dicen "eeeeeeeeeeeeb" y son contadas continuamente para no caer en un sueño profundo.
Dónde hay gente muy feliz y nada tiene que ver con Aldous Huxley, gente que llora y deja flores sobre el pasto sin necesidad de un muerto.
Dónde los pescaditos de oro que nadan en las lágrimas son recogidos en las redes de los ojos.
Y así la gente se enamora, recogiendo pescaditos ajenos, y dejando que el sol los ilumine en vez de morir de la vergüenza .
Dónde por lo tanto, las personas no piensan que el amor mata y sonríen cuando algo va mal.
Dónde el queso de la Luna se derrite por el calentamiento global , y cae en los sombreros ajados de los vagabundos .
Dónde las estrellas del firmamento son el reflejo de la luz que emiten las estrellas terrenales.
Dónde yo soy yo de todas formas, porque camino al revés desde que tengo memoria.
Y no hay vértigo de caer .

Oh !

Highdei, Postyule 10, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Ja ja ja .
Ja ja ja .
Ja ja ja .






¿Ja?

¡JA!





JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA
JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA .. .


ja ja ja ja .. .
sí, ja ja ja .
ja .
ja .
ja .

jajajajajajajajajajajajajajajajaja....


JAJAJAJAJAJAJSJJADHSAHDHSFSFDSFDSGDAJAJAJAJAJAJA!





u.u