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De repente, el reloj avanza como si la muerte corriera tras sus agujas, con velocidad, y casi como una tempestad se avecina el clímax, y cuando se va, sigue agitándose en mi corazón desencantado y deseoso de algo más.. Allá a lo lejos veo aquellos remolinos de viento que danzan felices, mientras que acá han arrasado con todo y apenas dejan las ruinas de un momento que fue, pero que promete ser algo mucho mejor próximamente. Por eso, no sé como sentirme.
No me hace gracia pensar en el futuro, porque me gustan las sorpresas, pero es inevitable prepararse para que cuando el futuro llegue, yo no me encuentre mal parada. ¿Y me encontré mal parada alguna vez? ¿Este presente que alguna vez fue una caja de sorpresas, hizo que me cayese de tanta impresión? Seguramente sí, y eso me hace pensar... me hace pensar en cosas que gracias a Eru no estoy obligada a decir, y que las diría si supiera exactamente que decir.
Me imagino vestida de payaso y con una caja grande envuelta en papel de regalo con una tarjeta que dice "Toma, te regalo tu futuro, pero no lo abras hasta mañana. Sé paciente, y luego me dices si te gustó. Besos, _______ (¿alguien?)". Y yo, la persona más paciente y menos curiosa del mundo, llego y abro la famosa caja, y el futuro se me cae encima, se mete en mis orejas y se cuela por mis ojos, y los poros de mi piel se llenan de ansias, ansias y más ansias. ¡Y maldita sea! El anónimo que me envió el futuro además se da el trabajo de hechizar mi tiempo, y lo vuelve leeento, leeeeeeeeeeeeennnnnnntttttttoooooo, l e n t o . . .
Mala suerte, podría decir. Excusa barata, no fue mala suerte, fue mal autocontrol. De todos modos, una se da cuenta después que ese regalo era falso, ese futuro podría haber sido, al igual que muchos otros. ¡Pero ése era especial, podría haber funcionado! No saco nada con frustrarme..
No creo en la eternidad, pero a veces la vida pasa como si existiera.. Me hace pensar en todos aquellos y aquellas que le prometen eternidad a medio mundo, con sinceridad sí, pero demasiado imprudentemente. Por dos cosas: porque no saben cumplir lo que prometen, y porque lo eterno no lo manejan las personas como nosotros. Bueno, da lo mismo.. ¡No quiero pensar en el tiempo, me importa un carajo, pero llevo reloj de pulsera y regularmente lo miro para saber! Para saber.. para controlar.. para ver cuantas esperanzas puedo albergar. Y cuando no siento al tiempo correr, la luna baja de las cumbres del cielo y desaparece como el humo. Ahí quedó el momento, ahí quedó la imagen detenida en la memoria, en los ojos de los ojos de los ojos... Pasó el huracán y no me di cuenta..
Prefiero no enfurruñarme, sólo pensar, y apretar play una y otra vez, hasta caer en un sueño inquieto y en una desconcentración total. No se puede seguir así, pero increíblemente yo sigo, y me río porque no hay nada más que hacer. Los soles y las lunas subirán y bajarán como siempre, y llegará el día en que bote a la basura el maldito reloj y me deje llevar por la felicidad que me llenó hoy y no por la que me llenará mañana. Aunque siento curiosidad.. Eso es lo que hace que hayan pasado dos minutos y no una hora en ese momento..
Ese eterno día.. . Ese efímero recuerdo. . . Me hacen pensar.
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( Recuperado de la basura .. . no querías pensarlo, ¿cierto? )