Me hacen pensar .. .

Hevensdei, Postyule 8, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

.
Ese eterno día, esa eterna hora, ese eterno minuto, ese eterno segundo, esa eterna centésima de segundo... Me hacen pensar paradójicamente que la eternidad no existe, que todo es variable, que el tiempo es y no es, todo depende de si le prestamos atención o no. Y así es, pero sigue pareciéndome tan lenta la manera en la que las horas pasan, como si no hubiese motivación alguna...
Es algo que todos saben y sienten, porque somos todos humanos ansiosos, inconformistas, hermosos, contradictorios...

De repente, el reloj avanza como si la muerte corriera tras sus agujas, con velocidad, y casi como una tempestad se avecina el clímax, y cuando se va, sigue agitándose en mi corazón desencantado y deseoso de algo más.. Allá a lo lejos veo aquellos remolinos de viento que danzan felices, mientras que acá han arrasado con todo y apenas dejan las ruinas de un momento que fue, pero que promete ser algo mucho mejor próximamente. Por eso, no sé como sentirme.

No me hace gracia pensar en el futuro, porque me gustan las sorpresas, pero es inevitable prepararse para que cuando el futuro llegue, yo no me encuentre mal parada. ¿Y me encontré mal parada alguna vez? ¿Este presente que alguna vez fue una caja de sorpresas, hizo que me cayese de tanta impresión? Seguramente sí, y eso me hace pensar... me hace pensar en cosas que gracias a Eru no estoy obligada a decir, y que las diría si supiera exactamente que decir.

Me imagino vestida de payaso y con una caja grande envuelta en papel de regalo con una tarjeta que dice "Toma, te regalo tu futuro, pero no lo abras hasta mañana. Sé paciente, y luego me dices si te gustó. Besos, _______ (¿alguien?)". Y yo, la persona más paciente y menos curiosa del mundo, llego y abro la famosa caja, y el futuro se me cae encima, se mete en mis orejas y se cuela por mis ojos, y los poros de mi piel se llenan de ansias, ansias y más ansias. ¡Y maldita sea! El anónimo que me envió el futuro además se da el trabajo de hechizar mi tiempo, y lo vuelve leeento, leeeeeeeeeeeeennnnnnntttttttoooooo, l e n t o . . .

Mala suerte, podría decir. Excusa barata, no fue mala suerte, fue mal autocontrol. De todos modos, una se da cuenta después que ese regalo era falso, ese futuro podría haber sido, al igual que muchos otros. ¡Pero ése era especial, podría haber funcionado! No saco nada con frustrarme..

No creo en la eternidad, pero a veces la vida pasa como si existiera.. Me hace pensar en todos aquellos y aquellas que le prometen eternidad a medio mundo, con sinceridad sí, pero demasiado imprudentemente. Por dos cosas: porque no saben cumplir lo que prometen, y porque lo eterno no lo manejan las personas como nosotros. Bueno, da lo mismo.. ¡No quiero pensar en el tiempo, me importa un carajo, pero llevo reloj de pulsera y regularmente lo miro para saber! Para saber.. para controlar.. para ver cuantas esperanzas puedo albergar. Y cuando no siento al tiempo correr, la luna baja de las cumbres del cielo y desaparece como el humo. Ahí quedó el momento, ahí quedó la imagen detenida en la memoria, en los ojos de los ojos de los ojos... Pasó el huracán y no me di cuenta..

Prefiero no enfurruñarme, sólo pensar, y apretar play una y otra vez, hasta caer en un sueño inquieto y en una desconcentración total. No se puede seguir así, pero increíblemente yo sigo, y me río porque no hay nada más que hacer. Los soles y las lunas subirán y bajarán como siempre, y llegará el día en que bote a la basura el maldito reloj y me deje llevar por la felicidad que me llenó hoy y no por la que me llenará mañana. Aunque siento curiosidad.. Eso es lo que hace que hayan pasado dos minutos y no una hora en ese momento..

Ese eterno día.. . Ese efímero recuerdo. . . Me hacen pensar.


.. . ..


( Recuperado de la basura .. . no querías pensarlo, ¿cierto? )

Wicked .

Trewesdei, Yule 2, año 7471 según el Cómputo de la Comarca .

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- ¿Qué es lo que más te gusta de mí? - le pregunté una noche.

Y él me respondió, como en tantas otras ocasiones:

- Me gustas tú, sin ninguna excepción - y añadió, al ver la actitud inquisitiva que yo adoptaba -: pero lo que más me gusta son tus ojos, tu sonrisa, tu pelo, tu figura, tu voz .. . bueno, todo.

Al ver la sonrisa que se dibujaba en mi labios, se relajó y creyó que una vez más había ganado la partida. Pero ambos sabíamos que todas esas palabras eran sólo meros detalles inciertos y ajenos a nuestros lazos. Yo sabía que no le gustaban mis ojos porque le asustaba mi manera de mirarlo. Mi sonrisa era torcida, mi pelo era terriblemente indomable para su gusto, y mi figura dejaba mucho que desear. Y mi voz .. . ehm, era tan.. . ¿normal? . Sin embargo, me enorgullecía de poseer unas perfectas cejas oscuras, una nariz fuera de lo común y lindos calcetines de colores. ¿Por qué a él no le agradaban esas cosas que a mí me hacían tan única en el mundo?

A veces he llegado a pensar que soy demasiado bruja como para que alguien me merezca.
Por eso me miro constantemente en el espejo, con los ojos llenos de ironía reprimida, y me invento pequeños momentos de cuestionamientos, respuestas obvias y rechazos que simbolizan todo lo que no puedo decirme a mí misma salvo a través de terceras personas .. . que no existen .

Él captó cierta incomodidad que se escapaba de sus expectativas, y buscó en sus anteriores palabras alguna punzada de insatisfacción. No la encontró, como era obvio, y sin nada mejor que hacer, me abrazó y me susurró al oído:

- También me gusta tu olor. . hueles como a .. .

- ¿A qué?

- A. . .bueno, no sé, pero es especial.

Me reí a carcajadas frente a mi propio reflejo. Vamos, que no se puede ser tan simplón en la vida .. ¿A quién puede gustarle el aroma de alguien a quien jamás ha olido siquiera? Me di la vuelta, y decidí salir a tomar aire .. . no, no estaba dando resultado. Sinceramente, creo que estoy en medio de una crisis de creatividad.

La idiota y su vida cotidiana .

Highdei, Halimath 27, año 7470 según el Cómputo de la Comarca .



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( Leer para olvidar )

Me quiere mucho,
poquito,
nada.
Me quiere mucho,
poquito,
nada.
Me quiere mucho,
poquito,
nada.
Me quiere...

Demonios, lo típico. ¿Cuántos libros tendré que destrozar para que mis expectativas se cumplan?
No ha sido uno de los mejores días, y días como estos he tenido muchos.
Soy una idiota en el buen sentido de la palabra, un sentido que no tiene relevancia para la neutralidad de mi persona (una neutralidad bastante pasada a llevar, teniendo en cuenta mi corta edad y mis arrebatos). Soy una idiota que preferiría golpearse con sus propias manos en vez de dirigirse la palabra con el alma llena de resentimiento. Una página más y me adentro en algo que no es mío, y que obviamente nunca lo será. En fin, qué importa si me ayuda por un instante largo a no pensar en mí y en mis pseudo frustraciones. Ay, pero mientras más páginas van pasando, más se acerca el apocalipsis, como si de una película se tratara; aunque es distinto, leer es pasar meses, años, siglos, clavada como una esfinge mirando hacia el horizonte. Es nacer, crecer y morir, pero con un sinfín de detalles como amar, sonreír, llorar, aprender, soñar, agonizar, jugar y otros verbos más creativos .. . Y es cierto, parece tan idéntico a la realidad de cualquier ser humano, con la diferencia de que .. Ehhhhhh, sí, ok. ¡Arg! ¡¿Cuál es la jodida diferencia?! Da igual, muchas veces la vida me parece más fascinante en un libro que en los días que me tocan por azar, con sus mañanas risueñas y sus noches agobiadas (o viceversa). Por eso escribiré mi vida a medida que la voy viviendo, a ver si se transforma en algo digno de recordar.. . o de olvidar, dependiendo de cuán mal escrito esté.


Suelo confundir los libros con flores.
Sólo cuando llego al final de la historia, y ya no quedan pétalos que arrancar.
( Ambos son oráculos )
Sólo cuando quiero compartir y estoy sola.


¿Me quiere?
Mi gato, sí.

*

Tengo una duda .

Sunnendei, Halimath 22, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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No me explico cómo una persona tan llena de pena,
puede hacer feliz a la gente.
A no ser que me hayan estado mintiendo,


(¿o yo me estoy engañando?) .

El viejo sendero .

Highdei, Wedmain 8, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.


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La luz del sol comenzaba a declinar, y ella desmontó de su caballo, al encontrar un lugar ideal para realizar los rituales de la noche. Se acercó a uno de los imponentes robles de aquel bosque, y se sentó junto al envejecido tronco, en cuclillas.
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Lo primero que debía hacer era despejar su mente, mientras el cielo se oscurecía cada vez más. Cerró sus ojos por un breve momento, respirando hondo, y al abrirlos, descubrió que su estrella ya había salido. Dejó que la capucha que le cubría el rostro cayera sobre sus hombros, y se levantó, canturreando una canción en voz baja. Recorrió el pequeño claro de los robles mientras pronunciaba extrañas palabras que no podían ser oídas por ningún motivo. Sí alguien la escuchase… pero eso no ocurriría. Sabía que no había nadie en ese bosque, porque los mismos árboles lo decían. Hace mucho tiempo que nadie recorría ese viejo camino, y por eso mismo, ella había decidido transitar por allí. Su viaje era un secreto, salvo para aquellos que la habían enviado, desde tierras lejanas y desconocidas.
.
Su ritual vespertino era muy sencillo, en realidad. La luna y sus doncellas aparecían en el firmamento, y había que darles la bienvenida. Cuando la primera estrella, su estrella, desapareció, sacó algunas frutas de sus alforjas, y las comió tranquilamente, en la oscuridad. Se quedó mirando un momento el cielo con una sonrisa, y volvió a levantarse. Debía proseguir su camino. Cubrió su cabeza con su gran capucha, y montó sobre su corcel, ya satisfecho de la hierba que había comido. Al amanecer arribaría a su destino, y eso la animaba cada vez más. Dormía muy poco, pero hace días que no había pegado un ojo. Su caballo trotaba calmadamente, esquivando todos los árboles y matorrales a su paso. Era tan antiguo ese sendero, que se había diseminado con el tiempo, pero ella sabía como descubrir señales provenientes de épocas pasadas. Trató de divisar algo a lo lejos, pero sólo se veían ramas, y las estrellas por encima de su cabeza. Los muros de la oscura ciudadela a la que se dirigía estaban luego de ese bosque, y debía descubrir como colarse por ellos. No sería una tarea fácil, pero eso lo tenía en cuenta desde su partida. Pensar en que no le costaría sería subestimar la misión…
.
Susurró algo al oído de su caballo, y éste avanzó un poco más rápido, pero con la misma suavidad. Pronto ambos, caballo y su dueña, desaparecieron entre los árboles y la niebla. Una niebla que ella no había percibido...

Un sencillo interrogatorio .

Monendei, Postlithe 27, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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¿Para qué sirve un baño?, me pregunto, mientras me encierro en uno. Para nada. O sea, sí. Si lo sé. Para muchas cosas obvias, entre ellas, cantar en la ducha, manchar con pasta de dientes el espejo, tirar pelos húmedos en el lavamanos, cantar (también) con el secador de pelo... y encerrarse. Por eso, me hago caso y me encierro. Luego me siento en la alfombrilla y respiro.

¿Por qué? Es tan sencillo preguntarse cosas y jamás responderlas. Entretanto, veo al bardo que se acerca, que miente y exhala un aliento desconocido en mi cuello. Atraviesa el espejo, y yo no deseo que lo haga. Lo devuelvo a su invisibilidad estática, lo mantengo fuera de mi refugio. Sigue ahí, pero, ¿qué más da? Me observo desde el exterior, pausa, retroceso, play, y mis manos devuelven la humedad empañada al vidrio del espejo. El momento eterno vuelve a su curso, haga lo que haga para evitarlo.

¿Qué pasará? Nada que no sepa mi alma más profunda. Qué ganas me dan de romperme los puños tratando de asesinar su sombra funesta en mi reflejo. Sólo eso; un suicidio sería catastrófico ¿y qué conseguirías? Continuar la persecusión en el Averno. ¿Qué hace la amante de las sombras contra eso? Sin querer, te arrimaste a la oscuridad de otro. Y el bardo vuelve, vuelve, vuelve, se desangra en penurias, y sigue volviendo. Yo, desde la superficie, pienso que la cinta del video se ha dañado y decido dejarla tal cual, a ver cómo me las arreglo en las profundidades de mi misma.

Siempre lo logro. Siempre lo he logrado. ¿Qué es lo que le da más miedo a los girasoles? ¿Perder de vista al sol o no ser el pequeño sol de algún otro mundo más diminuto?

No me demoro en responder aquello en mi cabeza.
Ella danza tranquila, mientras su cuerpo inerte observa de reojo como se acerca la sombra, la que murmura deseos incontrolables en su oído. Ella lo acaricia con una mano, mientras que con la otra.. . lo estrangula.


*

Inexistencia.

Meresdei, Antelithe 28, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

,


Ese afán mío de lanzarle mensajes embotellados al mundo.
No sirve simular con hojas de cuaderno arrugadas y un montón de borrones.

Derramé una lágrima sobre mi taza de café, luego me reí a carcajadas de mi reflejo a kilómetros de distancia. No me sirven las escaleras mecánicas, y aunque quiera poner un pie sobre ellas, se descomponen con una mezcla de rabia y energía que en realidad es sólo vacío. No quiero ser otra persona, no quiero recorrerte y mentirte a la vez. Tú atraes mis lágrimas.. . y mis tazas de café”.




Pero, ¿quién mandó este mensaje a mi cabeza?

Como un Payaso que grita .

Sunnendei, Thrimidge 26, año 7469 según el Cómputo de la Comarca.
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Día 24 del Mes Lilíctico según el Cómputo Trululoscópico Liliano.




Me levanté y el sol lanzó chispitas de nostalgia sobre mi almohada ,
giré y giré , como si aún no hubiese despertado de mi sueño frágil .
Pensé en la cena cuando todavía no había desayunado, tiré
mis calcetines para que el aire los recogiese y la noche
venidera los tiñó de rabia y melancolía; rabia
trocada en abrazos a distancia y besos
sin centímetros. Salté de felicidad,
de nervios y hambre de nada,
la nada que lo es todo,
el magnífico
sentimiento
de querer
tocar
cada
est
rel
lla
de
es
te
m
u
n
d
o
.

A improvisar un camino .

Meresdei, Thrimidge 16, año 7470 según el cómputo de la Comarca.
__

Día 14 del Mes Lilíctico según el Cómputo Trululoscópico Liliano.

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Sígueme.

Estoy aquí, esperando a que muevas tus pies.
No, no esos pies. Los de tu alma.

¿Qué como los mueves? Es fácil. Sólo tienes que creer.

El viento sopla en mi dirección, aprovéchalo y camina. Camina hacia mí.
Como las hojas que son barridas por el Otoño, como los rayos del Sol que caen en nuestros rostros.
Como el gorjeo de las aves, como la risa eufórica, como los girasoles.
Como los nudos del tronco de un árbol se dibujan a través de los años.
Como tu propia respiración persigue a la mía.
Así debes caminar hacia mí, y cuando estés a mi lado, me seguirás.

No atrás. A mi lado.

¿Me has escuchado?

Escúchame como escuchas a tus propios pensamientos. Porque yo te guiaré a través de las rocas, los ríos, los páramos y los bosques. Te guiaré porque lo deseo, porque todo esto es lo que te entrego. Todo esto eres tú, todo esto soy yo.

Ven.
Una vez dado el primer paso, eres de tu camino el creador.
Una vez asumas el riesgo, la aventura se volverá una maravilla.

Si te atreves a perseguir sueños tan descabellados, ¿por qué no perseguirte a ti mismo a través de mí?
¿Por qué el miedo?

Canalízate.
Equilíbrate.
Aprende a andar nuevamente.

¿Qué a donde vamos?

Sí, te expliqué el cómo y no el dónde. ¿Por qué?
Porque es una sorpresa.

Deja que el torrente destruya la represa.
Sígueme.

1, 2, 3 y !

Sunnendei, Thrimidge 12, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.
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Domingo, día 10 del mes Lilíctico según el Cómputo Trululoscópico Liliano.
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Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
Nunca más.
.
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Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más.
Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más.
Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más. Nunca más.
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¡¡ NUNCA MÁS !!
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( No soy buena mintiendo ) .

Cuando.. .

Trewesdei, Astron 9, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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.. . se te va el aire, es porque te gustaría dejar ir algo más.
Dices que te quedas sin respiración y que mil escalofríos te recorren el cuerpo. Podría ser que no supieses respirar bien, o que no supieses retener. No, no es que no sepas. No te gusta retener; y tampoco liberar. ¿Qué es lo que te gusta, entonces? ¿Te gusta ese estado intermediario entre el no y el sí? ¿Entre el dejar y el poseer?

Dices que tu cuerpo se queda estático, inmóvil en la nada.
Yo digo que te gustaría que se lo llevaran todo: tu mirada, tu mente, tus oídos llenos de música.. . todo, todo lo que tienes, por ahí, disgregado.

Y digo que cuando vuelva a ti ese aire perdido entre los árboles, querrás alimentarte de él y ya no habrá cómo.

Arlecchidanza .

Meresdei, Rethe 13, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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Invocación:
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Sopla fuego sobre la burbuja, y la encierra en una de sus manos. No se quema, porque el coraje salva a los sinceros. La hace girar, rebotar, flotar. El fuego transforma. Pronto la deja libre, y la burbuja avanza cual relámpago por las calles y parques, buscando lo que la llama azul le pide que encuentre. La llama azul, la llama interna, la luz fría de la niña. Mientras, sigue soplando fuego sobre otras burbujas, y enviándolas al mundo, para que éste las guíe a destino. Son once de día, y once de noche. Once esperanzas diurnas y once nocturnas. Nadie sabe a dónde van, nadie sabe quien las recibe. Ni siquiera la creadora, porque su ignorancia ilumina las sorpresas y las hace permanecer en su estado original. Once burbujas diurnas para infundir vida, once burbujas nocturnas para realizar sueños considerados imposibles. Vuelan, y no se revientan, porque brotan del aliento azucarado de la niña.
.
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Atracción:

Chispas vienen, chispas van. Eterno vaivén, el Secreto ve cumplidas todas sus reglas y obedece al deseo profundo, al instinto primitivo. La Creadora observa, ansiosa, y las burbujas diurnas se aceleran, reconocen sus chispas azarosas, y resplandecen. Los árboles son flechas, el sol juega al ajedrez con una nube solitaria, y las burbujas corretean a las bestias sin mucho éxito. Hace falta lo esencial. Cae la noche, y los ojos infantiles aún otean en el vacío. Más chispas, más universo, y ella duerme, mientras su esperanza nocturna se derrama sobre su pecho, como si fuese la reina Mab asistiendo los sueños románticos de una doncella ansiosa.
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Fusión:

La llama azul pende de una telaraña, sobre la hoguera, dispuesta a incinerarse en nombre de la naturaleza. La niña sopla y deja de soplar continuamente, baila en torno al fuego, saluda a lo desconocido y piensa en las almas burbujeantes y en sus lunas nuevas. Once almas más vivas, once almas más fantásticas. Almas destinadas a otras almas. La llama azul se lanza a su fogata, muere, se apaga, ella danza, y aquella que duerme sueña con un desierto florido... y el viento. La creadora ríe, estira sus brazos hacia el cielo, y se deja quemar para revivir al minuto siguiente, cuando la llama y ella sean un solo ser otra vez y les sea posible rescatar más anhelos al borde de la inanición. Se quema, se transfigura, ya no es niña, es magia y vuelve a soplar para crear vida.

La Primera Cita .

Trewesdei, Rethe 5, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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- ¿Te gusta soñar?
- No mucho. ¿Y a ti?
- Ídem.
- Soñar parece de idiotas.
- No, es de humanos.
- ¿Somos idiotas, entonces?
- No, humanos un poco aburridos, tal vez.

La Amarga (no) & la Dulce (sí) .

Monendei, Solmoth 27, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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Me da risa el hecho de esperar de diferentes formas (y en diferentes situaciones) y sentir siempre lo mismo, como si la creatividad no valiese la pena. Esperar, sí. El acto en sí ya significa pegarse siete cabezazos en la pared, como cuando andas aburrido y no sabes qué hacer; pero no soy tan bruta (creo). No importa a quién espere (o qué), dónde, o cómo. Sobre todo, no importa el cómo. Porque siempre las ansias te distraen, o más bien te concentran.. .en ese objetivo que intentas no tomar mucho en cuenta. Para qué , si estás muy entretenida leyendo un libro o peinándote frente al espejo hasta que el cabello quede liso y exhausto. Para qué , pero ya te acuerdas de esa otra cosa que estás haciendo, y que es esperar. Te concentras en la autenticidad de tus acciones. Dejas el libro o el peine de lado, te muerdes el labio inferior y observas la nada. Te das unas vueltas estúpidas, estúpidas realmente. Te sientes (me siento) completamente atada a la habitación, a la casa , a esa maldita sala de espera, y comienzas a pensar (comienzo a pensar) en aquellas pobres dueñas de casa condenadas a esperar durante todo el día a sus maridos para que éstos no las tomen en cuenta por la simple razón de que están cansados. ¿Cansados de qué? Y la pobre esposa, la humillada esposa, esperando.. . haciendo como si limpiara los cuartos, como si cocinara, como si viera la teleserie de las 2, las 3 , las 8, como si.. . tantos comos, y ella sólo está esperando, maldita sea, un beso cansado, una queja, un abrazo frío, una mitad de cama que más se asimila a la mitad más ácida de un limón.
Después de ese sufrimiento ajeno, más vueltas y labios carcomidos, opto por poner alguna música por ahí, pero esa tonta comparación entre la esposa sumisa y una no tan larga espera (pero sí muy aburrida) me desconcentra (¿o me concentra?) y me voy al carajo. Literalmente. Subo a mi cuarto, agarro mi bolso más cercano, el libro , el peine, y me largo donde la espera no me pese tanto. O mejor dicho, donde no me estorbe, donde no exista. Porque al fin y al cabo, yo no soy una mujer sumisa.

*
Seguramente así podría conseguir mi sable láser morado, usando mi lado oscuro para encontrar una solución que pueda servirme en mi lado más benéfico. Bah, no estoy hablando de opuestos, si no de complementos. Transformar las desdichas no en algo maravilloso , pero sí aceptable. Y no es que me ocurra.. . bueno, a quién engaño. Salí a caminar y dejé millares de cosas terribles a cargo de la sinceridad. Ahora si que puedo volver a casa. Hay alguien (o algo) esperándome.

Para Alucinar.. .

Trewesdei, Solmoth 14, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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Until the desired constellation appears.. .


*

El Límite y su Más Allá .

Sterrendei, Solmoth 11, año 7470 según el Cómputo de la Comarca.




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Justo a tiempo,
Al borde, justo al borde
Ella vistió de rojo su palidez agónica
Y no olvidó al sol, no, no lo olvidó.

. . .

No más frío. No más dudas, no más lágrimas añejas. No más arpas desafinadas. Así de simple, así de rápido. Ay, si la gente supiera... hay algo que mueve el mundo a través de ellos, algo más que se aventura por el aire además de los insectos, las aves y los aeroplanos. Algo más que arde junto al fuego, si no es el fuego mismo, enredando las miradas en su centelleo. Algo más que nos hunde en sus mareas, o nos extasia con el aroma del césped húmedo y el sonido de la lluvia. Algo que Jacko, confuso, comprendió esa tarde. Porque allí en la frontera de las tierras de sus padres con las de otra familia desconocida, su extraña certeza adquirió forma física. Carne y hueso, alma escondida y fugaz, mirada perdida en paisajes interiores. El chico sintió angustia, luego una desorbitante atracción comenzó a llevarlo a ella. A Robin, a la pobre Robin que coleccionaba lágrimas en frasquitos de cristal y se sentía partida en dos. La etérea Robin cuya imaginación perdió una de sus alas, y allí estaba el ala, junto a uno de los hombros de Jacko, del cálido Jacko que precisamente ahora necesitaba compartir su áurea tibieza con ella, sí, con ella. No había nadie más, y el ala le pertenecía. Era suya, era suyo, y la frontera les pertenecía. Oh, triste Luna, girando en un cielo que no le corresponde. No es el aire, no es el aire, y ese es el gran motivo para sonreír. Habrá que cambiar la última etiqueta. No, habrá que romper el frasco y liberar aquella laguna abandonada. Ay, si la gente supiera, si la gente pudiera romper frascos más seguido. Si la gente quisiera...


Después de eso, sólo habría que caminar por el límite, más arriba y más adentro, aunque no parezca existir un rumbo.

Aleteo Moribundo .

Meresdei , Postyule 11 , año 7470 según el Cómputo de la Comarca.

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Y cuando Jacko abrió por fin sus ojos, esa mañana que él suponía cálida y despejada, se encontró con una tormenta esperándole junto a la ventana empañada por el frío. ¿Dónde estaba el Sol? Se sintió ligeramente abatido, e intentó dormirse otra vez, quizás existiese un despertar mejor... el despertar habitual. Pero no. Todo lo que había ese día de verano extrañamente grisáceo, eran nubes oscuras, lluvia y frío. Mucho frío. Una clase de frío que él jamás había sentido, porque había vivido todo el tiempo demasiado embargado en la alegría y el amor por la vida. Un frío que sabía muy bien que no le pertenecía. Simplemente no iba con él, pero allí estaba. Agujereándole el corazón, recorriendo su columna vertebral, apagando los rescoldos de su inocente fuego interno. Se cubrió aún más con sus cobijas, pero aquella sensación no se amedrentaba con nada.


Frío. Luego, truenos y relámpagos. Agua, agua y más agua. Desconcierto. Jacko hundió su rostro en la almohada, intentando recordar algún sueño que lo hubiese dejado en tal estado.

Nada, sólo ese mismo desconcierto. Y una certeza en algún lugar de su alma que por ahora, no conocía ni lograba explicar.





Continuará.. .