Di-vagación .

Sterrendei, Rethe 8, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Te escucho, y pareciera que son las olas llamándome. Extraño extrañar el mar. Y me parece curioso que seas la personificación de mi fortaleza, un poco estropeada pero firme, al pie del cañón y deseando disparar lo antes posible a ese gigantesco blanco en el horizonte, esa línea acuática que gira vertiginosamente en torno a mi cuerpo astral .. . esa madeja de lana que algún lindo gatito enredó, seguramente. Ay, Elbereth. El cielo verdadero deambulaba por las mismas calles que yo pisaba, y aún así, me sentía todavía aquí, en el eterno simulacro. Este es el hogar para los mortales, y sus estrellas serán el reflejo de otros espejos más luminosos. Pero me diste una oportunidad. Me dejaste abandonar, y ahora, soy una viajera bajo tu enormísima gracia.


Tomaré el sol en mi boca, como dice una canción, y seré por fin, tuya.

Acéptalo, hay mucho para elegir .

Meresdei, Rethe 6, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Existen varias probabilidades.
Una de ellas es que me quede aquí sentada, sin nada bueno que escribir, mareada de tanto dar vueltas en la silla giratoria que hay en mi mente, específicamente en el cubículo 789, séptimo pasillo hacia la izquierda - papeles en el suelo, paredes rayadas de la A a la Z, café derramado en el escritorio - . Atrayente alternativa, ¿cierto? No, no lo creo.

La segunda posibilidad sería salir corriendo en plena oscuridad, calle arriba/abajo/noimportadondesea y aullar como lobo a la Luna que no me escucha, es sorda, qué pena, qué pena, qué pena ... demonios, sí, como demonio en pena, llorando, por qué me hiciste esto y aquello, no merezco vivir, pero tampoco morir. Es una confusión, te odio. Sí, no me escucha porque sigue brillando, y ya no soy más lobo. No sirvo para esto, para correr y gritar a los cielos. Además, ¿dónde te veo, si ahora Hécate es la regidora de estas únicas noches, y no hay esperanzas?

No, vayamos a la tercera. En vez de todo aquel desparpajo de imbecilidades, podría simplemente ponerme un poquito soñadora, y sin la necesidad de cerrar los ojos, verte ante mí e inventar una historia ridícula en la que ambos somos estrellas - y a ver quién sale primero a respirar el aire nocturno - , pero no, no sé, ¿te gustaría? Todo sería fascinante para ti, ¿cierto? Para mí también, por eso soy una cuentacuentos en mi mente, sólo en mi mente, específicamente en el rincón más luminoso de ella, donde todo se transforma en el País de las Maravillas, y tú eres como Alicia, estás perdido y yo me las ingenio para ser un Gato de Cheshire y te sonrío ampliamente .. porque estás loco. ¿Tal vez un poco menos de enredo?

Otra opción sería invitarte a tomar un helado, sentarnos en un parque y conversar. O tú me conversas y yo chorreo frambuesas derretidas y ese tipo de cosas. (Ok, te he aceptado dentro de mi imaginario.. . al principio yo estaba sola) . Pero quizás te aburras, no hablo mucho, sólo miro el pasto y me pregunto cuanto durará aquel instante mágico (haga click en otras historias, por favor) . Así, hasta que anochezca, haga frío - supuestamente - y me digas que debes irte porquenoséqué, te llamó tu alter ego y necesita que hagas un reemplazo, o mi rostro te da miedo a la luz de los faroles, qué importa. ¿Importa?

Se me ocurren otras tantas probabilidades inservibles, y al final, estoy segura que me quedaré al borde de las letras, pensando en si saltar al vacío o no. .. . por segunda vez. O milésima (aunque en las pesadillas no cuenta). ¿Y de qué estoy hablando? ¿Me entiendes tú? ¿No? Y si me entendieras. .. ¿qué opción preferirías?

: )

Trewesdei, Rethe 3, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Daydream delusion, limousine eyelash / Oh baby with your pretty face / Drop a tear in my wineglass / Look at those big eyes / See what you mean to me / Sweet-cakes and milkshakes / I'm a delusion angel / I'm a fantasy parade / I want you to know what I think / Don't want you to guess anymore / You have no idea where I came from / We have no idea where we're going / Lodged in life / Like branches in a river/ Flowing downstream / Caught in the current / I carry you / You'll carry me / That's how it could be / Don't you know me? / Don't you know me by now?

Adûn .

Sunnendei, Solmoth 17, año 7471 según el Cómputo de la Comarca .

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No tengo secretos para ti.
Sólo hay una línea que nos divide,
un oeste inconmesurable.

Alguna vez hubo un camino recto,
ahora, sólo hay vías torcidas.

El más acá (no-olvidar-el-límite) .

Highdei, Solmoth 15, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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Su café con leche humeaba en el tazón, y había olvidado ponerle las cinco cucharadas de azúcar correspondientes. Había dejado sus audífonos sobre la mesita, y en ese preciso instante, su mirada se perdía más allá de la ventana, donde unas tiernas chispas de lluvia amenazaban con caer y el frío corroía los huesos de los transeúntes. Nada muy interesante que mirar, pero allí estaba la avenida con todos sus escaparates, y él se burlaba de todos aquellos que pasaban ante él; les mostraba su café hirviendo y dejaba pendiente la tarea de saborearlo a gusto y deleitarse con aquella brevedad cálida y ajena (?), sólo para sentirse un poco más importante. Un blues comenzó a sonar de la radio del pequeño local, y Jacko tamborileó con los dedos sobre la tapa del azucarero. Esperaba, y el vidrio, por mientras, se empañaba. Sí, y todo se congelaba. La música lo hacía sentirse lejano y melancólico, lo obligaba a pensar en Jill como si fuese el otoño de su vida. Su larga sombra esbelta era lo mejor de ella. Más bien, lo único que recordaba; pero allí estaba, iba y venía con la radio y el vapor proveniente de la taza. Frunció los labios y se puso los audífonos sobre sus oídos, deseando que lloviera aún más. Miró otra vez por la ventana, y para su sorpresa, no vio más que un par de dedos escribiendo al revés sobre el vidrio húmedo.

¿Piensas tomarte ese café algún día?

Los dedos esperaron pacientes la respuesta. Jacko miró el tazón, un poco intimidado. ¿Jill? No, esto iba demasiado lejos. No quería responderle. Pero .. resultaba tan atractiva la idea.

Sí, justo ahora.

La respuesta voló por la ventana empañada.

¿Quieres compartirlo?

No.

Ah, bueno, yo tampoco.

¿No?

Prefiero una taza para mí sola.

Su corazón dio un vuelco. Esa no era Jill. Ella habría querido tomar del mismo café con leche y cinco cucharadas de azúcar que él. Hasta habría querido compartir el mismo lado de la mesa, ignorando, además, a la gente invisible del otro asiento. Y no, ok, no era Jill. La chica de chaleco a rayas y boina enormemente roja que se sentó en la silla al frente suyo parecía muy diferente. Tiró un bolso pesado sobre la mesa, casi derribando la taza de Jacko y sonrió, mostrándole una mano mojada. Esa fue una sonrisa llena de probabilidades.



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( mhh.. ¿ a alguien le suena esta historia ? Es el lado B de aquella otra que semi-escribí hace mucho tiempo.. no , no sé si alguien la leyó, en verdad. )