Carta que nunca llegará a destino (y si llega, será devorada por la chimenea)

Sterrendei, Wedmain 13, año 7472 según el Cómputo de la Comarca.
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Podría escribir muchas cosas. Palabras desesperadas, llenas de rabia, enojo, pena profunda. Palabras sabias y maduras, de amor y comprensión, de esperanza. Já. Palabras absurdas todas, palabras que me guardaré para aquellos preciosos momentos conmigo misma, o para cuando necesites saberlas... una vez más.

No. Escribiré lo que necesito escribir, justo ahora, cuando nadie me ve y estoy relativamente tranquila.

He tirado el elástico demasiado tiempo. Tanto tiempo que rebotó en mi cara, y aquí estoy, preguntándome como diablos llegué a convertirme en ese pequeño monstruo inseguro y nunca fuiste capaz de decírmelo hasta el mismísimo final. Uf, no, no me gusta hablar de finales. The Awesome Moustache dice que: True Love doesn't have a happy ending because True Love never ends. Pero también dice que: Life isn't about waiting for the storm to pass. It's about learning to dance in the rain. ¿Qué conclusiones puedo sacar de todo aquello? ¿Que aunque el amor no acabe, sí puede fluir y perderse en un vórtex espacio-temporal diferente al usual, y que para encontrarlo debo aprender a bailar bajo la lluvia? ¿Y que pasa si pillo un charco de agua que no tenga fondo, me caigo y me muero ahogada? 

Bailar bajo la lluvia. Adentrarse en el fuego de la hoguera y salir con vida.
Eso es para ti y para mí. Estábamos en la encrucijada, y sólo habían dos caminos posibles, uno para cada uno. Pero espero, sinceramente, que el camino que yo escogí tenga un atajo para llegar al tuyo, en algún momento del trayecto. ¿Dije que me guardaría las palabras de esperanza? Damn it

Quiero que sepas que lo comprendo, sólo eso. Lo comprendo y es necesario, pero no esperes un adiós de mi parte. Está bien, no tomaré parte si es lo que tú deseas, pero eso no quiere decir que abandonaré. Ambos fuimos egoístas, y yo personalmente, me transformé en algo que ninguno de los dos quería; pero no esperes que vaya a borrarme la memoria como una Clementine cualquiera, porque eso sería tan propio de mí como todas las estupideces que cometí últimamente. 

¿Qué es lo que puedes esperar de mí? 
Que llore, grite, patalee, sufra, te persiga, diga y haga estupideces, multiplique todo eso por infinito, y luego reanude mi vida a-normal. Que sonría, me ría a carcajadas, cante en la ducha, estudie, coma como troglodita, lea hasta saciarme, me preocupe de los más mínimos detalles y me maraville de las cosas que ocurren en el mundo. Y que por sobre todas las cosas, esté bien o no, me esfuerce y luche por ocupar un lugar en tu vida, me cueste lo que me cueste, no importa cuanto tiempo, cuantas dudas, cuantos inviernos tengan que pasar. Seré paciente, fortaleceré mi castillo y soñaré mi vida para hacerla realidad. Gracias por creer en mí, a pesar de todo. Sí, tengo de donde agarrarme: de todo lo que me cuesta ver en mí. Lo sé. También sé que no hay otra que pueda acompañarte tan bien como yo lo he hecho. Tienes razón. Sí, tienes razón. Pero no esperes que yo desaparezca así como así. Estamos muy cerca el uno del otro como para eso.. 

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