Un poco de mí en un pedazo de calle.

Sunnendei, Astron 13, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

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( Rescatado de por ahí, donde ya nadie lee.. . pobre Hírilorn abandonado. Advertencia: ha pasado demasiado tiempo. Ya pasó la vieja, ya pasaron los años, ya pasaron algunas malas costumbres. No se lo tome en serio.)

No estaba segura de poder dar un paso más. Estaba lloviendo, y deseaba parar. Sí, llovía, pero en mi interior, mientras que en el exterior el sol quemaba los edificios, los árboles y las cabezas de la gente. Llovía porque no quería una vez más ver la realidad. Quería ahogarme con las gotas de agua, mientras el sol hacía que mis ojos se marchitaran lentamente. Me gusta el sol, pero a veces irradia su energía con demasiada potencia, y no lo resisto.

Me había dado cuenta que mi peor defecto era ser demasiado evasiva, pero no quería dejar de serlo. Bueno, sí quería, pero a un nivel incomprensible. Evadirse es bueno, siempre y cuando no me sugestione negativamente. Ahí se convierte en una pesadilla, una cobardía. Lo único que quieres es volver al mundo, a algún abrazo amigo y quedarte ahí, riendo por haber regresado y llorando por las explicaciones que te pedirán.

¿Por qué te fuiste?

No lo sé..

¿Cómo que no lo sabes? Hemos estado preocupados por ti.

Es que..

¿Te ocurrió algo grave? Cuéntanos, sabes que puedes confiar en nosotros.

Simplemente me fui.

Y ahí no quieres hablarle a nadie, porque sabes que te escuchan con atención y te exigen una palabra. Una palabra que no sabes darles, porque ya no fluye dentro de ti. Cuando menos sabes que te escuchan, es cuando quieres confiar. ¿Cuándo coincidiremos, el mundo y yo?
Quizás cuando yo lo acepte, o el sol deje de quemar.

¿Cual es el lado bueno de evitar el mundo? No sé si se le pueda llamar "evitar" a este lado de la moneda. Es imaginar, idealizar, observar con tanta fijeza que se te olvida lo demás. Perderse escribiendo, o leyendo la misma página de un libro porque te gustó y quieres repetir la misma escena cien veces, aunque sabes que sólo es en tu mente. En mi mente estoy conversando con el Hombre de la Luna, mientras mi cabeza está apoyada en un árbol viejo. No sé, estoy dudosa.. ¿será en mi mente?

Miro una vez más la calle, acalorada y hecha un mar de colores, cuyas olas pasan a mi lado rápidamente. ¿Cómo no voy a evadir yo si ellos me evitan a mí? Al final, soy igual que todos en ese aspecto. Salvo una cosa: no tengo miedo de dar un abrazo, de mostrarle a alguien quién soy. Ahí yo no evito. Yo me entrego. Ellos evitan mi presencia, no les importa, pero yo evito lo que no me gusta del mundo, y es diferente. La gente me gusta... quiero a los seres humanos, y los imagino en un lugar mejor. Sólo los imagino, porque a pesar de todo lo que los quiero, sé que destruyen. Sé que destruyo. Pero también sé que puedo crear, aunque necesite de la evasión en ese caso.

Ahora estoy destruyendo el sol y creando lluvia. Después de pensar un rato, decido unirlos. Va a ser día de lluvia tropical. Doy un paso más por la vereda, ciertamente obligada por la marea de seres apresurados por llegar o irse. Soy una piedra en el camino, pueden tropezarse o evitarme. Casi todos me evitan, otros se caen. Y los que caen tienen una oportunidad: sentir la lluvia que cae desde el sol ardiente.

4 comentarios:

Gabgab dijo...

Mmmh si... recuerdo haber leído eso antes, hace mucho tiempo eso si...
Ahora que lo leo nuevamente no sabría qué comentar al respecto, se me viene a la cabeza un "mientras más cambian las cosas más se ponen iguales" pero sé que eso no es cierto.

Anónimo dijo...

Grax por ese agrazo que me diste el sábado, por sentir que aún soy parte de tu vida a pesar que ya no vaya a CRC.

Hantanye

Erendis

María Amélie dijo...

Uy! hay días en que em gustaría simplemente irme...así como de la nada,y hacia la nada.
Oye Lilalienígena ¿Cuándo empezai con el mes Lilíctico?

:*

Anónimo dijo...

Amé que te gustara Lothíriel, casi nadie la conoce

Me encanta como escribes, te invito a leer mi blog, pronto saldrá el de mi libro (en este hay trozos del prefasio)

Un beso

Michelle