El Fuego Secreto.

Meresdei, Anteyule 1, año 7474 según el Cómputo de la Comarca. 

- Ya sé qué haré con estas cenizas.
- ¿Qué harás?
- Cuando tenga mi hogar propio, las tiraré al jardín, así él vivirá por siempre en las cosas que crezcan en mi tierra. 

En mi cabeza, también pensé en mis propias cenizas. Cuando yo muera, quiero que mi cuerpo se transforme con el fuego, y que lo que quede de él se plante junto a la semilla de un árbol. O tal vez se repartan en un terreno baldío, como en "El Jardinero Fiel", para que la vida vuelva a crecer allí, con todas sus enredaderas, flores, frutos y pájaros. No quiero irme sin dejar huella . No quiero irme, quiero permanecer en el ciclo y continuar en el aire que respiren los demás... porque nadie muere realmente, todos vamos y venimos bajo diferentes formas, todas importantes, todas necesarias. 

Todo eso pasaba por mi mente mientras observaba el pequeño fuego que encendimos con mi mamá, en memoria de mi abuelo, su padre, Jorge Reyes, que hoy está de cumpleaños. Hace 15 años que se fue, sin marcharse realmente. En mis sueños y en mi corazón permanece , como un guardián sereno y poderoso, un maestro que desde la otra dimensión me enseña acerca del Dolor y del Amor, los que a su vez también son maestros perpetuos en mi experiencia personal . Mucho de lo que soy se lo debo a él, al tiempo que pasé a su lado bajo su forma corpórea, y a los momentos vividos después, en el mundo onírico. Creo sinceramente, que tanto el Aiol como yo somos extensiones de su existencia . Todo el mundo puede ver un reflejo de él en nosotros mismos, y percibir cuan orgulloso y feliz es de habernos dejado en el mundo para hacerlo un sitio aún mejor. 

El fuego no quería apagarse. Quemamos nuestras peticiones, aprovechando que la Luna Llena tiene el poder de aumentar lo que sea que pidamos. Ambas pedimos protección para nuestras niñas heridas, porque dejarlas atrás es muy duro y necesitan cobijo y luz del sol. Pero además, yo pedí amor , amor de ese que electriza el cuerpo y convierte en suspiros el alma. Pedí fuego para el corazón , aire para mis cabellos , agua para mis manos y tierra para mis pies . Confío en que mi guardián sabrá proveerme de oportunidades. 

Te amo, tata. Y sé que amándote, me amo a mí misma , porque somos uno.. siempre lo hemos sido.






No, no me he olvidado de ti. Feliz cumpleaños para ti también.. pronto iré en la búsqueda de mis raíces, tu memoria.