31 ~ La última estrella .

Monendei, Antelithe 3, año 7471 según el Cómputo de la Comarca.

Mes Lilíctico ~ Día 31.

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Desperté, dudosa de la ansiedad de mis ojos que se abrían de par en par, como dos flores a punto de marchitar que justo en el último aliento, se aferran a la vida. Todas las mañanas pienso en que si me levanto demasiado rápido, no le permito a mi alma acomodarse completamente en mi cuerpo.. . y andar todo un día sin alma es terrible. Yo lo sé muy bien. Hoy no esperé a que mi alma se ajustara; ella ya estaba conmigo, lo noté cuando me miré al espejo y vi luz en mis pupilas. Quizás siempre la hubo, más pocas veces yo la he percibido. Desperté con el ánimo de cumplir mis deseos, con o sin una lámpara mágica. Para eso están mis mariposas, mis brujos-polilla y mi férrea voluntad. Observé las nubes por sobre mi cabeza. El Sol está, siempre está. La Luna duerme, sacudida por los sueños que dejé en mi almohada. Creo que allí se va mi alma a veces, cuando me arrebato .. al firmamento o a comer queso un poco más arriba, donde cuesta que alguien llegue. 

En este preciso instante, siento cada movimiento de mis pestañas como el soplo del viento contra un simple velo. Las lágrimas son impacientes, pero hoy prefieren acumularse en mi lago interior para no detener lo que sea que está saliendo por mis ojos. No necesito abrirlos más. El sueño me invade, pero no puedo dormir. Si me dejo llevar .. . mis flores morirán. Si resisto , seré invencible en mi inocencia. Lo sé. Imagino que alguna estrella bajó hasta mi alféizar para contarme algún cuento de hadas, de esos que se escriben en las constelaciones. Habrá sido hermoso.. . mi mente no fue capaz de recordarlo, pero mi corazón sí, y mis ojos laten por el , con ésta nueva sabiduría adquirida. ¿Será cierto? ¿Me visitó una estrella para infundirme esperanza? ¿Fue esa estrella? ¿O yo misma me convertí, sin querer, en pura luz hasta el amanecer?