15 ~ Duelo.

Sunnendei, Thrimidge 17, año 7472 según el Cómputo de la Comarca.


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Cuando no quiero sentir, duermo. Cuando duermo, siento. Cuando eso vuelve a ocurrir, despierto. Y cuando despierto, siento aún más. Ahora todo esto se trata de agujeros profundos, intensidades catastróficas, límites difusos, materia gris carcomida y un alma que quiere volar, ser agua, ser brisa del mar..  Me reí tanto ante mi propia imagen, las flores en la mano, el llanto como cascada eterna... 

Parece como si hubiera muerto alguien. 

¿Y si en realidad es así? ¿Y si la que murió aquí es una parte importante de ti?

Así que de eso se trata ahora. Es tiempo de luto, de invierno, de ese frío que nunca antes sentí. Es el tiempo que debo concederme antes de aplicarme athelas sobre la herida, y sanar. Es el momento para revolcarme en la inmundicia de mis rincones miserables, y sentir asco de ello. No parece un panorama divertido, pero, ¿quién dijo que lo sería? Peor es evitarlo, y que durante toda mi vida, nunca haya aprovechado los instantes que el maestro dolor me ha querido regalar. Por eso duermo cuando no quiero sentir. Porque sé que al dormir, viviré los segundos más felices de mi historia, y me obligaré a despertar para que la ilusión muera de una buena vez.